RAPMM

Rito Antiguo y Primitivo de Menfis-Mizraim.
Orden de los Ritos Unidos de Menfis & Mizraim, Montauban 1881.
Gran Orden Soberana de los Ritos Egipcios.

Filiación Directa:
Robert AMBELAIM, Gerard KLOPPEL, Michel GAUDART de SOULAGES


viernes, 18 de diciembre de 2015

LA FUNDACION DE LA MIRIAM



No se conoce con precisión la fecha exacta en que  Giuliano Kremmerz concibió la idea de crear La Miriam y comenzó a trabajar en su realización. Oficialmente el inicio de la difusión de su pensamiento se remonta a 1896 con el lanzamiento del fascículo con el que anuncia la publicación de la revista Il Mondo Secreto, Avivamiento  de la Ciencia de los Magos [1].

Sin embargo, fue en el tercero de los Diálogos sull'Ermetismo,  publicado en 1929, donde Kremmerz alude al origen de la propuesta miriamica a treinta y cinco años antes, durante 1894. Probablemente, esto puede ser efectivamente considerado como el terminus post quem real de su misión iniciática.

El acto formal de nacimiento de la Hermandad de La Miriam es comunicado iniciáticamente el 20 de marzo de 1896, cuando, en una reunión del Gr.˙. Or.˙. Eg.˙., que en ese entonces tenia por Gran Hierofante al abogado Giustiniano Lebano, se aprobó la Regla del primer grado de FR\ TM\de la Miriam,  y cuya sede se estableció en Nápoles, en la via  de la Infanta Elena, n. 17.

Incluso si sólo tenemos la fecha oficial de este texto, hay tres documentos emitidos en ese momento y probablemente preparados en la misma ocasión:


El primer texto presenta los principios ideológicos que sustentan la Hermandad, mientras que el segundo se refiere propiamente  a lo organizativo. Tanto uno como el otro aparecieron en la novena edición (septiembre de 1899) de Il Mondo Secreto, impreso en Nápoles por Detchen y Rochol. El pacto fue posteriormente re-editado en el primer número de La Medicina Hermética, publicado en Nápoles y siempre concebido como un verdadero boletín interno [2]. 



La Regla del primer grado en su lugar, con mucho, el documento más importante de los tres, fue destinado a los hermanos, ya que contenía la ritualistica y como tal fue excluido de la publicación y fue entregado personalmente a los miembros.
La importancia de estos documentos es suficiente para merecer una mayor consideración.

Los primeros documentos oficiales de la Hermandad de Miriam

El pacto establece primero que todo,  la naturaleza fundamental  de la Hermandad, describe su constitución esencial no inspirada en concepciones humanas, pero si en las leyes templarias y establece las normas para ingresar.
La Miriam,  tiene como objetivo principal la práctica de la medicina oculta para el beneficio de los miembros "y todas las personas que sufren y que acuden a ellos," se centra "en el amor al prójimo y la más trascendental caridad".

Está formado por un  Capítulo Operativo conformado por:

- Doce Maestros y un Director General con poderes limitados,
- Por los Hermanos y las Hermanas Terapeutas Miriam,
- Y, finalmente,  todos los beneficiarios que también son llamados, hermanos y hermanas.

En cuanto a las normas de admisión  se adopta una máxima apertura: la inscripción es de hecho posible para todas las "personas honestas", siempre y cuando se esfuercen en optar por el bien de los demás desinteresadamente; la única restricción es que  se comprometan a mantener el secreto sobre las actividades estrictamente iniciáticas. Por tanto, la obligación de silencio y la confidencialidad se coloca desde el principio como un punto fundamental del camino de la Miriam en todas sus fases.

Los cuarenta y dos artículos del Reglamento establecen en detalle la estructura de organización, funciones y responsabilidades de los miembros individuales de acuerdo a su rango, y el funcionamiento de los círculos y academias. Este documento se divide en tres partes:

a) de la escuela, donde se les da las reglas para el funcionamiento del Circulo y conducta de los miembros;
b) de los Hermanos, donde se aclaran los derechos y deberes de cada miembro;
c) de los Administradores, donde se especifican todos los aspectos puramente organizativos.

La lectura de este documento muestra una estructura articulada, tanto para los grados como las funciones, en el modelo de la masonería de la época; No es sorprendente que Kremmerz escribiera más tarde: "Esto lo he hecho ... cambiando la logia en  academia" [3].

Además de establecer los principios generales consagrados en el Pacto y explicar las normas específicas que conforman el Reglamento de la Hermandad, la Regla de 1 grado tiene como finalidad la exposición de los primeros elementos de la propia práctica hermética.

El lenguaje intrincado del Reglamento, que a veces asume un tono decididamente hierático, ahora se hace más sencillo y cálido, en la aclaración de las bases de los principios herméticos y doctrinales que subyacen a la escuela. Están bien establecidos y comunicados los fundamentos, los mismos que en el tiempo serán constantemente retomados y se desarrollaran aún más en los documentos más complejos.

Visto de esta manera, el Reglamento proporciona información útil para comprender el espíritu, propósito y medios que constituyen la verdadera peculiaridad de la Hermandad de La Miriam respecto a otras escuelas que compitieron para formar el panorama iniciatico de la época, tanto en Italia como en  Europa.

La regla consta de dos partes: la primera, Instrucciones Generales, se compone de 33 artículos relacionados con la vida de la Hermandad; el segundo, llamado Instrucciones especiales, contiene los rituales individuales.

En las Instrucciones Generales se discuten temas relacionados con el papel de la Hermandad, los miembros individuales y sus relaciones mutuas; en esencia se traza el perfil de la moral al que los miembros individuales, hermanos y hermanas, deben adherirse para así "convertirse en la fuente invisible e inagotable de todo bien material de moral e intelectualidad."

El artículo 1  reitera que la Hermandad se ocupa de la medicina oculta "en pro de los que, por la solidaridad humana tienen derecho a la ayuda de los antiguos."
También se propuso un punto fundamental que en las siguientes décadas ha sido objeto de múltiples interpretaciones: "Cómo Oculta Hermandad está a cargo de las prácticas de la Alta Ciencia, y es, como tal, la preparación de la Orden del Rito Egipcio y su círculo exterior" .

Los hermanos mayores pueden "aprovechar el estudio de la Ciencia Arcana que no sólo es la medicina y psicurgia: para  fundar la Hermandad de La Miriam como una verdadera escuela iniciatica para aquellos que tienen la paciencia, inteligencia y amor a la verdad."

La importancia de este paso es aclarar de inmediato que la Hermandad puede y debe ser comprendida por los más avanzados, como organización o escuela preparatoria a una forma adicional de iniciación, que por su propia naturaleza, requiere un tiempo muy largo y complejo, y  que se realiza bajo los auspicios de la Orden de Egipto, y donde La Miriam es sólo una de sus emanaciones directas.

Para entender este punto plenamente es necesario un amplio conocimiento del contexto iniciatico en el que se llevó a cabo el trabajo de Kremmerz, quien afirma,  sin embargo,  que uno de los objetivos de la Hermandad es preparar al individuo a un completo despliegue del alma. Este punto es importante porque deja claro que todo hermano como agente terapéutico, en comparación con este fin superior es un medio y no un fin.

También establece otro punto que merece atención: cada miembro tiene "la obligación de trabajar para la propagación de su filiación", presentando al menos doce nuevos miembros para pasar de grado (artículo 8). A menudo, esta norma se consideró como una forma muy marcada de proselitismo, pero Kremmerz nunca  oculto que la eficacia de la cadena terapéutica dependía en gran parte del número de hermanos que la  componían. También es necesario decir que en esta indicación se encuentra una ley oculta definida sobre el establecimiento de las "cadenas"  iniciaticas, una  ley que si reverbera, actúa sobre el ascenso   individual de cada Hermano, y que le otorga   cualidades específicas y  particulares  para empezar a conquistar el magisterio iniciatico, al dar una señal de que  ha desarrollado y manifestado un fuerte magnetismo de  naturaleza beneficiosa, a la par  que sanador  y atrayente.

Para mayores aclaraciones sobre los principios y el papel de la Hermandad, Kremmerz emitio el 26 de diciembre 1898 una circular de gran importancia histórica .

A continuación, se define el aspecto financiero: la Hermandad es una  orden con pocos recursos, obtenidos mediante donaciones y ofrendas que han de servir para gastos corrientes; el resto se destinará a los hermanos necesitados, sus familias y la preparación de medicamentos gratuitos en el laboratorio hermético (artículos 15 y 16).
El resto de los artículos de la primera parte se exponen los fundamentos teóricos de la práctica hermética que el hermano tendrá que hacer, mientras que el segundo contiene instrucciones rituales propias.
En el modelo de las escuelas de misterios antiguos, como hemos dicho, La Miriam propone una clave adaptada a los tiempos, las normas y métodos de iniciación del Templo de Isis  exquisitamente seculares.
Documentación pobre se ha mantenido en torno a la actividad de la Miriam en ese momento, y tampoco sabemos cuántos y cuáles fueron los locales luego entregados a la Academia de Nápoles, cuya presidencia se otorgo al Conde Garin di Cocconato.

En su reunión del 14 de julio de 1899, se asignaron los siguientes oficios:
-. Avv C. Basán, secretario de la Delegación General (asignación temporal),
- D. di  Bolmar, (aka Domenico Lombardi), secretario general del primer círculo de Miriam,
- Saverino Palombo, asistente del Secretario del Primer Círculo,
- Luigi Palazzi, a cargo de la comisión que llegan a Nápoles con mucho Brothers (batas, cordones, medicamentos, etc.),
- Peter Scalini, responsable de la propaganda en Milán.

La mayor cantidad de información está dada por La Medicina Hermética, el boletín interno de la Escuela, cuya publicación había sido preordenado desde 1896 y prevista para abril de 1899, leemos el artículo 27 de la Regla de primero grado:

"El Capitulo operativo delegara su secretario para la propaganda, quien asumirá ante la sociedad secular toda la responsabilidad por sus acciones, y preparara un informe para el boletín de la Fraternidd, bajo el nombre de La Medicina hermética que será el órgano de la Fraternidad a partir de April  de 1899, la sede de cada  Capítulo operativo se asignara de la manera mas apropiada. ".

Esta aclaración no es insignificante porque demuestra incontrovertiblemente que no sólo la creación de la Escuela sino que incluso su conducción ya había sido establecida por escrito en el tiempo y forma desde 1896, incluso antes de que empezara a publicar Il Mondo Secreto.



El contenido de estos documentos nos permite entender completamente cómo, habiendo sido fundada oficialmente el 20 de marzo de 1896 como una escuela de magia, ya que se hacia necesario tener primero una publicación que, al menos, enseñara los "elementos básicos de la magia y la naturaleza divina", de acuerdo a la tradición especifica de la Schola Itálica; analizando de cerca se puede ver cómo son, inevitablemente, muy similares pero no idénticos a los de otras escuelas de magia que surgieron en Europa en esos años. Un ejemplo es la escuela francesa que gravito alrededor del despertar Martinista buscado por Papus, o la escuela anglosajona de la Golden Dawn representada principalmente por Mathers [4].

¿Cómo se puede, de hecho, pensar en fundar una escuela de magia sin que a sus miembros se les da la oportunidad de leer y meditar en un cuerpo  doctrinal que exponga  por lo menos los elementos teóricos esenciales para entender el tipo de operatividad que se propone? Puede existir una escuela sin unos textos  sobre los que estudiar  y  formarse? Tenga en cuenta que en el momento las únicas obras existentes de esta naturaleza, la De occulta philosophia de Agripa y varios volúmenes de Eliphas Levi, aún no habían sido traducidos al italiano y fueron, por tanto, accesible sólo a los que sabían latín y francés; por no hablar de los límites de este tipo de textos doctrinales (el Maestro fue especialmente crítico ante Agripa) que no puede escapar de ella al comparar el contenido con Elementi di magia naturale e divina, obra magistral y sin paralelo en la historia contemporánea mágica.

Por lo tanto, se comprende la necesidad de incluir la publicación de Il Mondo Secreto antes de la apertura de la escuela, que ya que asi había sido establecido, pero que aún no se había hecho pública, precisamente por el hecho de que sólo muy pocas personas en Italia entonces poseían una riqueza de conocimientos herméticos  suficientes para que se adhieran de manera consciente y con éxito en las escuelas que se construirían. El mayor número fue  preparado y la mejor manera de hacerlo que se consideraba era la publicación de un periódico, cuya vida y cuyo contenido ya se había fijado.

La Hermandad de Miriam y la Orden egipcia

Básicamente, se aprueba la creación de una nueva Escuela de Isis, en 1896.  La Orden aprobó a la vez también la publicación de una revista destinada a revelar por primera vez de forma clara y corregida los elementos fundamentales del hermetismo. El final fue una solo: para permitir que los aspirantes a la luz  hicieran su ascenso, dentro de una escuela regular, a través del instrumento de la terapéutica, que permitiera poner en marcha lo más avanzado  de la Ciencia Sagrada en su forma más pura y tradicional de acuerdo con el sistema itálico.

Con una operación de  alto magisterio que solamente fuera proporcionado por   una Orden que era el guardián secular de esta Ciencia Sagrada, fiel guardián y garante de los principios absolutos de la misma. Poco o nada se sabe de esta Orden, excepto que en la mitad del siglo XVIII se expresó de manera simultánea y oculta - el término hermético exacto y "revelado" - detrás de la apariencia de un rito egipcio conocido como Gran Oriente de Egipto.

Queda el hecho incontrovertible de que la aprobación explícita de la voluntad de la Orden de Egipto, se promulgó el 20 de Marzo de 1896 y establecieron una escuela de magia Isiaca, bajo el título distintivo de la Hermandad-Terapéutico Mágica Miriam; se decidió la publicación de  Il Mondo Secreto, una revista que estaría fuera por sólo dos años [5], bajo la responsabilidad del ya nombrado Director General de la Escuela. Esta revista más tarde sería reemplazada con un boletín interno de la Escuela de las cuales ya se había fijado propósito, título y mes para el día de la primera edición.

Como se puede ver, desde 1896 ya se había decidido  el tiempo y los recursos necesarios para poner en práctica y lograr la realización del fin deseado.

Sólo con los últimos números de El Mundo Secreto (noviembre y diciembre de 1899) como estaba previsto se hizo consciencia de la existencia de la Escuela fundada formalmente hacia tres años y tal vez ya estaban trabajando para un pequeño grupo de estudiantes conocidos y calificados.

Cuando se da vida a una escuela iniciatica, los recursos humanos no son suficientes por eficientes que sean, y de hecho también se utilizaron medios mágicos. Repetidamente cuestionada por varios Hermanos sobre la conveniencia de ejecutar el "Rito de noviembre", se informó en el primer año de Il Mondo Secreto (1898), por di Verginelli, que el propósito del ritual era en realidad sólo para que se pudiera encontrar La Miriam o mejor para poder entrar en élla, eliminando así todo tipo de impedimentos externos, familia, trabajo, etc., proporcionando la posibilidad éxitosa del contacto oculto con la entidad de Miriam.

"Se utilizó ese ritual para encontrar la escuela o para eliminar cualquier resistencia que interfiriera con la entrada" estas fueron las palabras de Verginelli, que había recibido directamente de sus maestros. Se sabe, de hecho, el caso de varias personas que, además de poder entrar en contacto con miembros de la Hermandad y así obtener la posibilidad fáctica de tener acceso sin los obstáculos de diversa índole no hubieran  podido terminar su deseo si no después de años e incluso décadas .

Como vemos, el proyecto fue planeado así desde todos los puntos de vista, que en el primer número de La Medicina Hermética Kremmerz incluso tuvo que pedir disculpas por el retraso de su lanzamiento. Él escribe en el texto, en la pág. 2 de la primera edición:
"A nuestros hermanos
De acuerdo con el artículo 27 de nuestra Regla de primer grado, que nuestro boletín debería haber visto la luz en abril pasado; en lugar de eso posterga su lanzamiento en julio, para estudiar mejor las necesidades de nuestra hermandad espiritual y proporcionar la dirección sin defectos de la enseñanza cientifica a  seguir ".
Es evidente que la intención era que el nuevo boletín comenzara a surgir en Aries, cuando todo comienza de nuevo, y las fuerzas solares son poderosas. El tener que posponer fue elegido en la alternativa el signo de Cáncer periodo cuando Isis reina.
Unas líneas más adelante continúa:
"Es necesario que los Hermanos tengan un concepto claro de nuestra Gran Obra, a fin de no confundir las instituciones humanas, ni asimilarla con los muchos intentos de los organizadores de nuevas iglesias. En la decadencia de todas las instituciones masónicas y religiosas, se decide por  mandato, y siendo el tiempo oportuno para volver a la fuente primitiva del Bien a todas las ovejas perdidas, por lo que en el siglo XX, después de las convulsiones y la crisis que marcará la restauración de la salud por la humanidad y asumir  el nuevo sacerdocio que combina en una sola palabra la ciencia y la fe, esa fe para la Ciencia y la Ciencia de la fe ".

Se impone una consideración sobre lo que hemos aprendido hasta ahora. Por supuesto, es posible que en algunos puntos del Mundo Secreto Kremmerz era demasiado generoso en comparación con lo que los otros Maestros de la Orden esperaban; es posible que incluso una parte de la jerarquía de la Orden nunca hubiera compartido y considerara inadecuado el trabajo de Kremmerz [6], sin embargo, habla explícitamente de "mandato", y de hecho a partir de los documentos en nuestro poder se demuestra que la Orden apruebo y decretó oficialmente la creación de la Escuela de marzo de 1896. Además, algunos miembros de la Orden que participan en la redacción de Il Mondo Secreto; incluso el Gran Hierofante, Giustiniano Lebano, que en el año 1899  publicó un artículo en dos episodios fundamentales: "Sulla iniziatura".

La Hermandad de Miriam es, al menos en los años que estamos considerando, en efecto, una emanación de la Orden, y no es sostenible lo que se ha declarado en el pasado, y que algunos todavía siguen diciendo, a saber, que se trataba de una creación pura de Kremmerz, funcional a su misión y estrechamente vinculado a su individualidad. Esto es para reiterar que según se informa en algunas de las biografías de Kremmerz es extremadamente cuestionable. Quién ha afirmado en repetidas ocasiones que la Orden era contraria a Miriam, incluso en la persona de su Gran Hierofante,  Giustiniano Lebano, y que Kremmerz actuaría a título personal, debería explicar por qué todo lo que ya se había establecido y decretado incluso antes de que saliera  una sola línea del Mondo Secreto.
Lo que se confirma en los documentos de la época de la Miriam y se reitera en los símbolos que aparecen en ellos: el símbolo del sol y el Tetragrámaton dentro del pentáculo de Salomón, a su vez colocada bajo la corona de oro, uno de los símbolos de la Orden Egipcia.

Frente a estos documentos, que no son discutibles puntos de vista sino  pruebas concluyentes, se entiende por un lado, la incertidumbre de algunas fuentes y por otro la necesidad de que en el futuro los que quieren apoyar la tesis de estos puntos  sin  evidencia, al menos, presenten documentos con pruebas concluyentes o testimonios autorizados en apoyo de sus argumentos, y no disquisiciones simplemente vagas y personales.



El boletín interno: La Medicina Hermética

En la revista Medicina Hermética, además a los documentos ya mencionados aparecen escritos de Kremmerz y de otros autores, así como la correspondencia con los Hermanos.

En el primer número figura el escrito  "De la Oculta Sapienza Salomonica, las dos caras angelicales y demoníacas." En ella Kremmerz propone el estudio de la astrología a partir de los conceptos de analogía y de la unidad de acuerdo a las antiguas tradiciones:
Cualquier cosa menos aleatoria es el título de este trabajo que al parecer se refiere al famoso tratado de Agripa, pero en realidad se refiere a un ritual de magia del Rito Egipcio. Se sabe que Agripa estaba también en Italia para estudiar magia, y aquí probablemente recibió ambos conceptos teóricos de estos rituales de suma importancia. Esto podría ayudar a explicar por qué en el tercer número de la medicina hermética Kremmerz había comenzado a publicar la traducción dell'Arbatel , un clásico de la magia Eonica que, casualmente, fue publicado por primera vez en su apéndice De philosophia oculta por Agripa . Evidentemente, el maestro creía que ciertos clásicos, en retrospectiva, debido a la matriz  Itálica podían estar conectados entre sí para formar un ritualistica perfecta, y eran dignos del mayor interés para los novicios de su escuela.

En el segundo y tercer número también aparece un escrito importante, aunque incompleto: "Las respuestas a un aspirante hermético", que establece los principios básicos claros y sencillos, la terapia hermética, adornados con signos verdaderamente magistrales.
"Los siete principios cabalísticos, emanaciones o caras del Dios Único, están representados por los siete planetas de los que el sol es el principal, no porque los astrólogos lo ignoren o lo niegue la astronomía vulgar, sino por analogía se refiere a siete cuerpos celestes o la forma de siete veces más importante, siete virtudes la manifestación divina ".

Por último, vale la pena dedicar unas palabras del  tipo de productos de publicidad que puede parecer extraños, pero sería un error considerar "triviales". Pocas personas saben que en realidad Kremmerz colaboró ​​tanto en Italia como en el extranjero con varios farmacéuticos importantes, algunos de los cuales eran también sus discípulos, a quienes instruyó para producir remedios galénicos de naturaleza hermetica a pesar de las apariencias. Los remedios anunciados quizá le puede hacer sonreír, pero un profundo conocimiento por parte del Maestro de recetas antiguas y de proveniencia magistral es indiscutible. Se sabe sin embargo su gran amor por la gente común, que a menudo le llevó a desplegar soluciones altamente efectivas detrás de la apariencia de simples remedios. Ejemplificado por el ejemplo de "Vinsanto de Paracelso," amargo "preparado con las reglas del Ars Magna", de los cuales hubo sólo una producción de 100 botellas vendidas directamente por la revista; lo que nos hace pensar, como también lo demuestra el testimonio de sí Kremmerz,  había sido creado y que ya estaba operando un laboratorio sellado para la creación de medicamentos específicos.

Por otro lado, siendo la medicina hermética El órgano interno de una escuela terapéutica, no hay nada extraño en el hecho de que este informe también serviría como vehículo para la difusión de recetas de sello Medicina. En línea en el tercer número que le dan, por ejemplo, una receta contra la influenza; parece puesto allí por casualidad, de hecho, es un remedio muy eficaz contra los males de la temporada, incluso en comparación con los descubrimientos modernos.




[1] Todos los "historiadores" han fechado este programa en 1897, ya que cuando el primer número de la revista, fue reimpreso en el archivo adjunto y firmado "Niza - enero de 1897". Sin embargo, el programa fue publicado originalmente en 1896 para anunciar el lanzamiento de Il Mondo Secreto. Después de eso abreviatura aparece, de hecho, una editores conocidos de confirmar este hecho.
[2] Las dos revistas se han reproducido en facsímil: el primero, en nombre de la editorial rebis de Viareggio en 1982, el segundo en nombre de la editorial Nardini en Florencia en 1983, tanto por iniciativa de di Verginelli.
[3] La pragmática Fundamentales, penúltimo párrafo de la "relación rápido a los doce suprema Viejo Maestro".
[4] Kremmerz ha reiterado en varias ocasiones su estima por Papus como divulgador de principios ocultos y fundador de la Orden Martinista, aunque no es dejar de señalar las diferencias en su caso, a veces de no poca importancia desde el punto de vista doctrinal y operativo. No sabemos qué pensar en lugar de la más famosa escuela de Inglés de la magia, la Golden Dawn, fundada a finales del siglo XIX y representada principalmente por Samuel Liddell McGregor Mathers.
[5] Esto implica que, al menos en general, ya se había establecido que a través de ella que quería difundir.
[6] Incluso si usted no está enterado de ninguna prueba documental a tal efecto.

Traduccion: Frater Sapheiros

lunes, 14 de diciembre de 2015

FUNDAMENTOS MARTINISTAS


Por Robert Amadou

(del Libro Louis-Claude de Saint-Martin y el Martinismo)

El Martinismo es una forma de vivir, pero sus principios de acción están subordinados a una determinada manera de pensar. La soberanía de la inteligencia y del sentido moral debe ser respetada. Ningún vulgar oportunista y ningún utilitarismo podrían ser admitidos. Las verdades esenciales y exactas que los libros sólo pueden confirmar, rigen nuestra existencia y nuestra actividad total. Cualquiera que sea el plano sobre el cual se haya el hombre, su conducta surge de sus certezas profundas, intelectuales, digamos la palabra: filosóficas. Es porque sabe de dónde viene y hacia dónde va que el hombre podrá orientar su acción política y darle un sentido. La respuesta al problema capital del destino humano contiene la solución de todas las cuestiones que se presentan al hombre.


Antes de poseer la lógica de esta deducción, antes de exponer las consecuencias morales o políticas de la doctrina Martinista, preguntemos, primeramente, cuál es su fundamento. ¿Cuáles son, en el espíritu de Saint-Martin, las verdades primeras y cómo las adquiriremos?


"Es un espectáculo, bastante aflictivo, cuando se quiere contemplar al hombre, verlo atormentado por el deseo de conocer sin percibir las razones de cosa alguna y, al mismo tiempo, teniendo la audacia y la temeridad de querer darlas para todo" (1).


Esas primeras líneas de la obra inicial de Saint-Martin, facilitan el punto de partida y el plano de toda la doctrina Martinista.


"El hombre es la suma de todos los problemas. Él mismo es un problema, el enigma de los enigmas. La cuestión que él deposita, la que su propia naturaleza encierra, nos obliga a solucionarla. Una teoría que no mirase, en primera instancia, el bien del hombre, sería totalmente inútil" (2).


Y ese bien sólo puede resultar de la respuesta a la interrogación humana. La existencia de esa interrogación será la primera certeza. En efecto, se impone una constatación: el estado del hombre. Ahora bien, este estado se caracteriza por la angustia, el sentimiento de limitación y de imperfección. El hecho de que el hombre pueda ignorar y asombrarse por esto, es un misterio inicial que ocasiona, lógicamente, las conclusiones sobre el origen y el destino del hombre. Pero es solamente por el estudio del hombre, por la profundización del problema, por la reflexión sobre los términos del problema, que encontraremos la solución del mismo. Tal es el método de Saint-Martin. Necesitamos explicar "no el hombre por las cosas, sino las cosas por el hombre" (3).


"Aquél que posee el conocimiento de sí mismo tendrá acceso a la ciencia del mundo, de los otros seres. Pero el conocimiento de sí, es solamente en sí que conviene buscarlo. Es en el espíritu del hombre que debemos encontrar las leyes que dirigirán su origen" (4).


El hombre que es el enigma, es también la llave del enigma. ¿Se podría decir que tenemos ahí una tautología? ¿Y no se podría probar el valor del espíritu o la eminente naturaleza del hombre por un método que los presupone? Pero no se trata de utilizar un método para demostrar la superioridad de la facultad intelectual. Ni siquiera se trata de una idea directriz apropiada para establecer las bases de esa facultad. Delante de su situación que es también su enigma, el hombre es naturalmente llevado a examinarse. Él quiere juzgar los elementos del enigma. Su reflejo normal (si podemos decirlo así) será mirar para sí mismo, pues ahí reside el problema. También es una infelicidad para el hombre tener necesidad de pruebas extrañas a su persona "para conocerse y creer en su propia naturaleza, porque ella trae consigo testimonios mucho más evidentes que los que puede concentrar en la observación de los objetos sensibles y materiales" (5).


Es solamente después de haberse reconocido por aquello que él es, que el hombre convencido de su Divinidad y de su situación central decide tomarse por medida de las cosas, o, al menos, por principio de su explicación. Afirmar que de la verdadera naturaleza del hombre debe resultar "el conocimiento de las leyes de la naturaleza y de los otros seres" (6), no es un postulado, es una certeza; la conclusión de una experiencia. Si el Martinismo nos hace encontrar la explicación del Universo y la visión de Dios, es porque tiene su fuente en "el arte de conocerse a sí mismo". Saint-Martin, maestro de Occidente, se reencuentra aquí con la luz de Asia. El Buda, oprimido por la urgencia de nuestro estado, condenó enérgicamente las reflexiones sin provecho. Ellas nos desvían de nuestro verdadero interés. En efecto, ¡qué locura sería procurar, en primer lugar, saber si el principio de la vida se identifica con el cuerpo o es algo diferente! Sería como si un hombre, habiendo sido herido por una flecha envenenada y, cuyos amigos o compañeros, llamasen a un médico para tratarlo, dijese: "no quiero que retiren esta flecha antes de que yo sepa quién fue el hombre que me hirió, si fue nuestro príncipe, un ciudadano o esclavo", o, "cuál es su nombre y a qué familia pertenece" o, "si es grande, pequeño o mediano"…. Cierto es que ese hombre moriría antes de conocer todo esto (7).


Nuestra situación exige una respuesta exacta. Los otros problemas son accesorios. Pero, Saint-Martin, no los excluyó por ello del campo de la pesquisa humana. La investigación filosófica no fue prohibida. Él considera absurdo que nuestro espíritu, siendo ávido de conocimiento, no pueda satisfacer tal sed (8). Simplemente establece esta curiosidad intelectual. Cuando el hombre reconoce el Camino que lo lleva a la Verdad, puede entregarse a la meditación sobre los misterios de Dios y del Universo. Pero no se pueden combinar los juegos del espíritu o sus procesos abstractos con la prioridad sobre la dirección de nuestra vida. Además no existe desfase entre estos dos órdenes de pesquisa, sino sólo prioridad y dialéctica entre una y otra. Es digno notar que por conspiración universal todo está ligado, y que la solución del primer enigma conduzca también a la de los otros. Primeramente es necesario tratar la herida y extraer la flecha. Pero corresponde a la necesidad imperiosa de salvarnos descubrir la naturaleza de la herida, la cualidad del dardo y, por así decir, su marca de origen.


La cuestión de su origen y procedencia no será esclarecida de inmediato, pero la cura tendrá que ser procurada y los remedios tendrán que ser recetados en primer lugar. El Humanismo de Saint-Martin (9) no es cosa a priori, pero procede de la experiencia más exacta e inmediata que el hombre pueda realzar: la experiencia propia de la consciencia de su estado.


Insistamos un poco sobre el carácter a priori que acabamos de negar en el Martinismo. Conviene no dejar ninguna duda. Es la naturaleza íntima de Saint-Martin lo que está en cuestión aquí. Se puede decir que su filosofía es a priori, porque explica lo inferior por lo superior, lo bajo por lo alto, los hechos por el principio. El materialismo sería, entonces, a posteriori, porque explica la materia por la materia, explica lo que parece trascender a la materia reduciendo al hombre a la propia materia. Superándola, encontraríamos aquí la fórmula de W. James: "El empirismo es el hábito de explicar las partes por el todo". Todo espiritualismo es, pues, a priori, y el Martinismo más que cualquier otro sistema. El libro "De los Errores y de la Verdad" procura mostrar la debilidad y la insuficiencia de una visión materialista del mundo. Esta oposición no es, en ninguna parte, tan sensible como la crítica del sensualismo procurada por Saint-Martin durante toda su vida (10).


Saint-Martin dice a un amigo que lo calificaba de espiritualista: "No es suficiente para mí ser espiritualista - y si él me conociese, lejos de restringirse a eso, me llamaría deísta: porque es mi verdadero nombre" (11). El Martinismo es espiritualista y su objetivo principal es, por tanto, un "a priori gigantesco", según la palabra de Henri Martin (12). Pero que esa explicación a priori sea dada a priori: que sea presentada como un postulado, que se muestre inverificable y que se la pueda juzgar el fruto de una imaginación, he ahí lo contrario de la esencia de la filosofía de Saint-Martin. Porque esa filosofía está basada totalmente en una sentencia y en una dialéctica que examinaremos. Por no estar apoyada en la materia o no ser sensible a los sentidos físicos, no es menos exacta. Diríamos casi al contrario. ¿Saint-Martin no proclamó y no somos instados a experimentar junto a él, a hallar en nosotros pruebas más convincentes, que no encontraríamos en la Naturaleza entera? (13)Esas breves reflexiones sobre el método Martinista no tienen la pretensión de determinar su esencia. Ésta se desprende de la propia exposición de la doctrina de Saint-Martin.

NOTAS:

(1) Errores, 1782 I, pág. 3.
(2) Errores, prefacio, pág. V
(3) Errores, 1782 I, pág. 9
(4) Tableau Natural, 1900, pág. 2
(5) Errores, I, pág. 56
(6) Tableau Natural, 1900, pág. 2
(7) Máxima Kikaya, 63
(8) Tableau Natural, 1900, I, pág. 1
(9) La palabra "humanismo" fue aplicada a Saint-Martin en un estudio original de Paul Salleron (Chronique de Paris, nº 9, Julio de 1944). El autor, después de Jacques Maritain, diferencia con sutil inteligencia el "humanismo geocéntrico". Es, evidentemente, por esta última expresión que Salleron designa la doctrina Martinista.
(10) El acontecimiento más estrepitoso de esta lucha incesante testimoniada por los libros y los apuntes históricos de Saint-Martin es la controversia con Garat, cuando su permanencia en la Escuela Normal.
(11) Retrato nº 576, I, pág. 72. Según ibid, nº 362 "Mi obra tiene su base y su desarrollo en lo divino, no dejará, espero, de tener su final en el mismo Divino".
(12) Henri Martin: Historia de Francia, Paris, Furne, 1860 t. XVI, p. 530.
(13) Conf. El Ministerio del Hombre Espíritu, pág. 1, 3, 7 y 8. "Todos los recursos extraídos de la orden de este mundo, de la orden de la naturaleza, son precarios y frágiles…Para nosotros es mucho más fácil alcanzar las luces y las certezas que brillan en el mundo donde habitamos, que hacernos familiares con las oscuridades y las tinieblas que envuelven el mundo donde estamos;… en fin, estamos más próximos a aquello que llamamos el otro mundo, que a este".

domingo, 6 de diciembre de 2015

LAS ESCUELAS INICIATICAS


Estas escuelas tuvieron su principio muchísimo antes de que se escribiese la historia de las actividades humanas y, en todas las épocas sus miembros estuvieron dispuestos a servir los mejores intereses de los pueblos enseñándolos y guiándolos para recibir los mayores beneficios posibles de la vida, con el menor sufrimiento; sin embargo, la historia revela que no todos estuvieron dispuestos a aceptar las verdades «¡que hacen libres a los hombres!».

Sus enseñanzas fundamentales, comenzando por las Coptas Egipcias primitivas y las pre-cristianas Gnósticas, no han cambiado jamás.

Cada época, sin embargo, ha requerido una nueva interpretación y una nueva aplicación de la LEY a las, necesidades del individuo y de las naciones.

En esta Nueva Edad, la obra de las Asociaciones Espirituales y Ocultas debe ser restablecida en el mundo con la misma fuerza que tuvo en épocas anteriores para que los pueblos puedan ser instruidos en la Ley y se capaciten para usarla en la obtención de la Iluminación y la Inmortalización del Alma, como único medio de salvar a la humanidad.

En los últimos tiempos sociedades pseudo-ocultas y organizaciones rosacruces imaginarias han destruido la confianza de muchos investigadores, estudiantes y aspirantes. El hombre tiene tendencias demasiado poderosas a aceptar como verdad las apariencias que le halagan. Pero esta confianza será restablecida.

LAS ENSEÑANZAS ESOTÉRICAS.


Cuando la mente de un individuo se ha abierto al pensamiento de que existe una ciencia más profunda que la que enseñan nuestras universidades -grandes y respetables por muchos de sus aspectos-, de que esa Ciencia Secreta debe ser estudiada al lado de las otras y lo intenta, inicia el proceso cultural-espiritual que la Sagrada Escritura llama «el ascenso de la escala de Jacob», que le conducirá, no precisamente al cielo, sino a la Iluminación de su mente y de su Alma, es decir: a la Iniciación, cuya consecuencia es la liberación de toda servidumbre de cuerpo, Alma y espíritu.

La mayoría sólo ha recibido enseñanza sobre las posibilidades de la vida material, e ignoran que poseen un Alma que pueden despertar y tornar activa, y cuyos poderes son más grandes, deseables y reales que todo lo que pueda apetecerse. Muchos continúan creyendo que una alta intelectualidad es la más apetecible y digna ejecución humana. Pero el intelecto no tiene acceso al mundo del Alma, al mundo de la Vida; su máximo poder consiste en dar explicaciones superficiales de las cosas, sin penetrar en su esencia y carece de poder vital para reformar al hombre y para crear fraternidad, en cambio, su naturaleza afectiva, llamada frecuentemente naturaleza divina, es la base de toda inteligencia y de todo poder verdadero y duradero.

El objeto primordial de estas enseñanzas es guiar al individuo hacia el interior de sí mismo hasta encontrar su propio Centro Metafísico y encender la Llama Sagrada sobre su Altar Interior Esta llama es el punto de contacto del hombre con la Fuente de todo poder y de todo Conocimiento. Proporciona un Centro Espiritual alrededor del cual puede construirse una vida fecunda, constructiva y feliz. Es la más alta experiencia que puede alcanzar el hombre según lo atestigua la literatura mística de todas las razas, incluyendo el Occidente. La genuina mística cristiana es rica en este tema; bastaría citar en este campo a Francisco de Asís, a Juan de la Cruz, o a Teresa de Avila . La Orden enseña al aspirante las leyes y principios que conducen a ella, pero es el aspirante quien tiene que hacer su propio trabajo. Es él quien tiene que aplicarlos en su vida diaria para obtener su desarrollo interior y el despertar de fuerzas que puede usar para lograr salud, fortaleza y vitalidad juvenil, así como para cualquier otro propósito personal o social.

Este entrenamiento obliga a vencerse a sí mismo y a obrar cada vez más de acuerdo con la razón y con la Ley del Amor; es sencillo, natural y se lleva como parte de los quehaceres diarios, pues no es incompatible con ninguna actividad o empresa correcta, ni prohibe ningún placer positivo. Multiplica la capacidad para el trabajo, purifica los sentidos, robustece la mente, desarrolla la sensibilidad y acrecienta y ennoblece la capacidad de goce, aun cuando también, por ley de polaridad, la capacidad para el dolor. No busca el domino de los demás, sino la inspiración y el poder para servir en forma eficiente y desinteresada; e impulsa a robustecer e independizar la voluntad y la mente y a acrecentar la capacidad de juicio y de discernimiento para hacer, antes que todo, hombres verdaderamente libres y, sobretodo, responsables.

Paso a paso, y a veces imperceptiblemente, el neófito gana en fuerzas para enfrentarse a las circunstancias particulares de su vida por adversas que sean. Aprende a despertar sus propias fuerzas y a ejercer sus propios poderes. Aprende a cultivar las emociones del corazón y del Alma y a actualizar en sí sus poderes, energías y posibilidades latentes, para alcanzar la plenitud de su vida y llevar a la manifestación la Sagrada Llama, para que arda sobre el Trono en el Centro de su ser y se convierta en Hermano de la Luz, o Hijo de Dios.

Una vez que el hombre alcanza cierto grado de desarrollo interno puede comunicarse con los Centros Jerárquicos, abiertos a quienes por una vida pura y creadora, alcanzan estos dones. Existen en los Espacios Superiores centros de Amor, de Poder, de Energía, de Bondad, que corresponden a todos los conocimientos y condiciones posibles al hombre. No sólo es factible ponerse En contacto con esos Centros, sino que pueden alcanzarlos una inmensa cantidad de individuos que hoy malogrando su tiempo mueren en mitad de su carrera. o despiertan demasiado tarde para remediar su insensatez. Beethoven, por ejemplo, estaba por naturaleza afiliado a los Centros Musicales y recibió su inspiración de esos Espacios; Sócrates estuvo en contacto con los Espacios Filosóficos y el Alma plena del Profeta de Galilea tomó su inspiración del Centro más interno: el del Amor.

Nunca en la historia del mundo se ofrecieron oportunidades mejores que en la hora presente. Pero hombres y mujeres viven como en sueño, trabados por su propia debilidad y por la ajena, enceguecidos por ambientes y condiciones adversos o bobalicones y esclavizados por la opinión de los demás. Andan a ciegas, guiados por filosofías o religiones simbólicas y externas, dando tumbos de experiencia en experiencia, sin comprender las lecciones del dolor, de la alegría o de las pérdidas y sin saber el por qué de todo ello. El que recurre al entrenamiento oculto descubre por qué las sufre: comprende la razón del sufrimiento, el sentido del dolor, de la alegría y del esfuerzo, y a la luz de la filosofía, de la ciencia y de la experiencia de los que le han precedido en el camino, estudia y aplica los Medios que han de llevarle a realizar la Iluminación y la inmortalización de su alma, dentro de una vida creadora y positiva para sí mismo y para los que le rodean.

LOS ROSACRUCES


Durante el período medieval, a despecho de la persecución al pensamiento independiente, cientistas, profesores, doctores y monjes, protegidos por las murallas de sus monasterios se entregaron al estudio de la ciencia de la filosofía, de la alquimia. de la astronomía, de la magia y de la filosofía oculta, Algunos de estos fueron profundamente religiosos, sinceros seguidores de la doctrina del Nazareno, que la entendieron como una enseñanza ética y mística relativa a la vida, y no como un sistema dogmático - teológico. Para defenderse de la persecución se unieron en sociedades ocultas y se mantuvieron fieles a la Sabiduría Secreta tradicional, de los Pitagóricos, los Esenios, los Gnósticos, los Platonianos y las Hermandades del Oriente. Celebrados pensadores, místicos y cientistas como Raimundo Lulio, Rogerio Bacon, el Abate Tritemio, Paracelso, fueron Jefes o miembros de ellas.

Al comenzar la Reforma en Alemania, uno de los prominentes de esa época, Johann Valentin Andrea, logró reunir a muchos de los más avanzados Iniciados de esas sociedades en una nueva Fraternidad, que tomó por emblema la Cruz y la Rosa. Su objetivo fue refundir en un solo cuerpo la Interpretación espiritual del cristianismo tal como la dieron Suzo, Tauler, Eckharth, Studion, Johann Schaeffer y otros, con la antigua. Sabiduría Hermética y las enseñanzas de los Místicos Orientales.

Así surgió en los comienzos del siglo XVII (1614) la Fraternidad de los Rosacruces, o Fraternidad de la Cruz Rosada, cuyo nombre original e inmutable es Orden Rosacruz, como heredera de la Sabiduría de los Antiguos Misterios y de lo mejor del pensamiento místico cristiano; fue la Escuela creadora de esta denominación y desde entonces hasta hoy ha venido observando estrictamente todos los antiguos «Lardmarks». Posteriormente, organizaciones distintas de ella han tomado abusivamente para si este augusto nombre.

Es una escuela estrictamente secreta y espiritual dedicada a la enseñanza de verdades espirituales y de una ciencia espiritual, filosófica y científica cuya práctica lleva al desenvolvimiento e Inmortalización del Alma humana mientras vive dentro del cuerpo físico llevándola a la Conciencia Cósmica y tratando de establecer por este medio la fraternidad sobre la tierra.

La Orden es una asociación de personas libres, absolutamente ética y libre de todo dogma. Miembros de cualquiera religión pueden ser y son Aspirantes en esta Escuela. Es apolítica, aun cuando adhiere ardientemente a la doctrina que postula la más completa libertad para el hombre. Es fundamentalmente espiritual porque enseña la Inmortalidad del Alma y la Paternidad de Dios; y es científica porque enseña las leyes que dan salud al cuerpo y fortaleza a la mente y trabaja incesantemente por la elevación y liberación física, mental y espiritual del hombre.

No promete poderes divinos o sobrenaturales a sus Neófitos. Manifiesta que sus miembros internos están familiarizados con las fuerzas psíquicas y ciertas leyes de la Naturaleza y son expertos en su manejo; que han descubierto en esta fuerzas más sutiles que la electricidad, que, bajo ciertas condiciones, pueden ser centradas y dirigidas por una mente apropiadamente entrenada y por una voluntad y una imaginación activas, llevando a cabo con ellas muchas cosas en exaltación y beneficio de la humanidad, mientras al mismo tiempo se forma un poder en el alma, muy superior al que el hombre de mente terrena puede comprender.

La Fraternidad, Orden, Templo y Hermandad de los Rosacruces enseña, fundamentalmente, las más altas formas de ética y la transmutación de los metales bajos (pasiones de la mente y del cuerpo) en el oro puro de la Iluminación espiritual.

Los Rosacruces son personas prácticas, que creen en el progreso de la raza, en el orden, en el continuo perfeccionamiento del ser en todas sus esferas de acción. Su lema es: ESFORZARSE, ATREVERSE.
Ser Rosacruz no es haber recibido un grado o título de alguna Orden o Fraternidad por poderosa que sea, es el resultado final de un proceso de desarrollo; proviene de haber penetrado ciertas capas profundas del ser y de haber alcanzado su conocimiento y su poder por propio esfuerzo y dedicación. Y quien lo logra, sella sus labios con impenetrable silencio y nunca se presenta o pretende ser tomado como tal.

HISTORIA DEL MOVIMIENTO GNÓSTICO MODERNO


                                             En 1888, el Masón y espirita Jules-Benoti Stalinas Doniel du Val-Michel
Jules-Benoti Doniel
(1842-1903),  archivista de la Biblioteca de Orleans, descubre documentos fechados en 1022 escritos por el Canónigo Stephan de Orleans, uno de los precursores del Catarismo que fue condenado a la hoguera por herejía, por la Iglesia Romana. No es nada difícil prever la fascinación que la historia trágica y caracterizada de heroísmo que envolvió el Catarismo en su resistencia contra las fuerzas del Papado tuvo sobre el espirita Doniel.
Él mismo ya tenía, en sus experimentos de comunicación con los
espíritus, visiones de aspectos femeninos de la Divinidad en varias formas. Eso asociado a un profundo y devoto estudio sobre el Movimiento Cátaro y sus precursores, en especial los Gnósticos, condujo a Doniel a una creciente convicción de la necesidad de restauración del aspecto femenino en el ambiente
religioso de su época y del papel que él podría desempeñar en ese redimensionamiento. Sin embargo el punto culminante ocurre cuando Doniel tiene una visión del “Eón Jesús” que le encarga la tarea de establecer una nueva Iglesia, consagrándolo como “Obispo de Montsegur y Primado de los Albigenses”. A partir de ese momento, Daniel pasa a tener contactos con espíritus Cátaros y Gnósticos en diversas sesiones espiritistas – llevándolo a asociarse con Lady Caithness, una de las más prominentes figuras del espiritismo francés, discípulo de Anna Kingsford y líder de la rama francesa de la Sociedad Teosófica. Lady Caithness, que realizaba sus comunicaciones con los muertos a través de una tabla OuiJa, ya había anunciado en 1881 haber recibido la comunicación de una forma espiritual proclamando el inicio de una revolución en la religión que resultaría en “La Nueva Era de Nuestra Señora del Espíritu Santo”. Es entonces con Lady Caithness, que Jules Doniel pasa a recibir comunicaciones cada vez más numerosas solicitando que él realizase las debidas tareas para el establecimiento de una Nueva Iglesia con fundamentos gnósticos. En septiembre de 1889, el “Supremo Sínodo de Obispos del Parácleto”, formado por 40 obispos cátaros, se manifiesta y revela sus nombres a Doniel. Tales nombres muestran, en una larga investigación en los registros de la Biblioteca Nacional de Francia, una precisión histórica admirable. El Sínodo se presenta capitaneado por Guilhabert de Castres, obispo cátaro de Toulouse de mediados del siglo XII, que fue uno de los mártires del cerco a Montsegur.

A través de Guilhabert de Castres y otros, Doniel va siendo instruido lentamente en la fundación de la llamada Iglesia Gnóstica, la cual se compondría de Perfectos y Perfectas  y tendría como base las enseñanzas del cuarto evangelio cristiano, el Evangelio de Juan . La Iglesia sería administrada por
Obispos (hombres) y Sofías (mujeres) que serían elegidos y consagrados según el Rito Gnóstico. De tal forma que Doniel proclama en 1890 el inicio de la “Era de la Restauración de la Gnosis” y asume el oficio de patriarca de la Iglesia Gnóstica con el nombre de Valentín II, en homenaje a uno de los pensadores gnósticos más influyentes del siglo V, Valentinus. Con base en las doctrinas teológicas de Simón el Mago, Valentinus y Marcus , y con los sacramentos derivados del legado cátaro, fuertemente influenciado por la propia Iglesia Católica Romana, Doniel compone la llamada Iglesia Gnóstica. La misa Gnóstica, llamada “La Fracción del Pan” fue compuesta y la liturgia sacramental fue complementada con la inclusión de algunos sacramentos de origen cátaro.

Entre los obispos consagrados por Doniel se encuentran figuras de gran prominencia en el Ocultismo de la época, entre los cuales cabe citar: Gérard Encausse (1865-1916) mundialmente conocido como Papus, que fue consagrado como Obispo de Toulouse bajo el nombre de Tau Vincent; Lucien Chamuel, Tau Bardesane, obispo de La Rochelle; Louis-Sophrone Fugarion, Tau Sophronius,
obispo de Béziers; Marie Chauvel de Chavigny (1842-1927), sofía de Varsovia con el nombre de Esclarmonde y Léonce-Eugène Joseph Fabre des Essarts (1848-1917) como obispo de Burdeos, bajo el nombre de Tau Synesius.

Curiosamente, en 1895, Jules Doniel súbitamente abdica del Patriarcado de la Iglesia Gnóstica y rompe sus lazos con la Masonería y la Orden Martinista, en la cual había sido introducido por Papus, convirtiéndose al Catolicismo Romano. Esta deserción de Doniel provocó una relativa devastación en la Iglesia gnóstica. A pesar de ello, ella sobrevivió bajo el control de un Sínodo de Obispos hasta 1896, cuando el obispo de Burdeos – Fabre des Essarts, poeta simbolista y estudioso del gnosticismo y del cristianismo esotérico fue elegido para suceder a Doniel como patriarca.

Lucifer sin
máscara
Las razones de la deserción de Doniel son oscuras. Sin embargo, probablemente están relacionadas con su relación con Gabriel –Antoine Jogand – Pages. Y es juntamente con la probable colaboración de Jogand-Pages que, bajo el pseudónimo de “Jean Kostka”, Doniel edita el libro “Lucifer sin
máscara” – donde ataca las organizaciones con las cuales estuvo ligado antes: la Iglesia Gnóstica, la Masonería y el Martinismo. Gabriel-Antoine Jogand-Pages, bajo el pseudónimo de “Leo Taxil”, fue el autor de una de las mayores campañas de la historia del Ocultismo. Después de una juventud anticlericalista se convirtió en Masón, por un corto periodo, después del cual se “convirtió” al Catolicismo, iniciando una serie de ataques a través de libros y artículos contra la Masonería, el Rosacrucianismo, el Martinismo y otras organizaciones similares. En sus ataques, Leo Taxil acusaba a tales organizaciones de ser de origen Satánico y, por lo tanto, contrarias a toda Civilización Cristiana Occidental. Durante años Jogand presentó las acusaciones contra tales organizaciones, alegando la realización de ritos inhumanos de adoración al Diablo, de orgías obscenas y sacrificios humanos dentro de las mismas y de asociación de todas ellas bajo un mismo mando central secreto, que respondía directamente a Satán, en persona. Tal campaña alcanzó tamaña notoriedad que llevó a Jogand ante una audiencia oficial con el Papa León XIII. La campaña duró hasta abril de 1897 cuando, en una asamblea compuesta por miembros del clero católico romano y masones de alto grado, Jogand reveló que aquello no pasaba de ser un gran montaje que realizara contra la Iglesia, para demostrar su fragilidad y permeabilidad. Coincidentemente, después al menos de dos años de la exposición del anzuelo promovido por “Leo Taxil”, Doniel inicia correspondencia con Fabre de Essarts.

Fabre des Essarts
De esta forma, en 1900 Doniel solicita su reconciliación con la Iglesia Gnóstica y su readmisión como Obispo. Fabre des Essarts lo reconsagra entonces bajo el nombre de Tau Jules, obispo de Alet y Mirepoix. Fabre des Essarts, juntamente con Louis-Sophrone Fugarion, un estudioso del Catarismo y del Templarismo, habían iniciado una campaña para enfatizar dentro de la Iglesia Gnóstica la “teología gnóstica” y la “Ciencia Oculta”, remodelando en parte el legado de Doniel. Entre los obispos consagrados por Fabre des Essarts estaban Leon Champrenaud (1870-1925), Tau Theóphanes, Obispo de Versailles; René Guenon (1886-1951), Tau Palingenius, Obispo de Alejandría; Patrice Genty (1883-1964), Tau Basílides y Jean Bricaud (1881-1934), Tau Johannes, Obispo de Lyon.

Jean Bricaud
Este último, Jean Bricaud, había sido educado en la Iglesia Católica Romana, donde había iniciado los estudios para el sacerdocio, pero renunció a estos a favor del misticismo, enrolándose en la Iglesia del Carmel, fundada en 1839 por el “milagroso” médium Eugene Vintras (1807-1875) y con la “Iglesia Joanita de los Cristianos Primitivos”, fundada en 1803 por el neotemplario Bernard-Raymond Fabré-Palaprat (1777-1838).

En 1899, Jean Bricaud conoce a Papus, y es introducido por éste en su Orden Martinista. Ya en 1907, con el apoyo de Papus, Bricaud rompe con Fabre des Essarts y funda su propia rama de la Iglesia Gnóstica, cuya estructura tenía mayores paralelismos con la Iglesia Católica Romana que con la Iglesia Cátara, lo que incluía el rito bautismal con agua y la ordenación de los Sacerdotes.
Además, la Iglesia de Bricaud tenía muchos aspectos derivados del Martinismo, por cuanto tanto Bricaud como Doniel eran Martinistas y Fabre des Essarts no lo era. A esa iniciativa de Bricaud y de Encausse se une la de Fugarion y entonces es anunciada la fusión en la rama de Bricaud de las 3 “iglesias” gnósticas francesas: la Iglesia Gnóstica de Doniel, la Iglesia Carmelita de Vintras y la Iglesia Joanita de Palaprat- bajo el apodo de Iglesia Católica Gnóstica. En junio de 1908, Papus organiza en París la “Conferencia Internacional Masónica y Espiritualista” – en la cual comparecen innumerables autoridades del Ocultismo de la época, entre ellos Theodor Reuss (1855-1923), cabeza de la O.T.O., el cual invistió a Papus de poderes para establecer un “Supremo Gran Consejo General de los Ritos Unidos de la Antigua y Primitiva Masonería para el Gran Oriente de Francia y de las Dependencias de París” – delegando a Papus autoridad sobre los Ritos de Memphis y Mizraim.

Según los documentos publicados posteriormente, Theodor Reuss a su vez había recibido de Papus la autoridad Episcopal Primada sobre la “Iglesia Católica Gnóstica” – la cuál pasa a figurar en sus publicaciones como una más de las organizaciones que tenían su “Sabiduría y Conocimiento” concentrados en la O.T.O..

Mientras, Bricaud, Papus y Fugarion cambian el nombre de su Iglesia, pasando a ser “La Iglesia Gnóstica Universal” (E.G.U.), relegando el nombre anterior a Reuss, que pasó a utilizar el mismo de su traducción germánica: “Die Gnostische Katholische Kirche” (G.K.K.).



 En 1911, Fugarion, Bricaud y Papus declaran a la E.G.U. como Iglesia Oficial del Martinismo. Y en julio de 1913, después de una larga amistad de Bricaud con el Obispo Louis-Maria-François Giraud (que entronca legítimamente con J.-R. Vilatte), recibe de Giraud su consagración también en la Iglesia Siria Jacobita Ortodoxa. Tal consagración fue de gran importancia para Bricaud pues le colocaba en una válida y documentada sucesión episcopal apostólica, que era inclusive reconocida por el Papado como “válida” , aunque se encontrare fuera de su estructura y, en consecuencia, no siendo sancionada por la misma.

Esta consagración providenciaba, para Bricaud y sus sucesores, la autoridad apostólica necesaria para la administración de los sacramentos Cristianos, lo que para la Orden Martinista, que tenía la mayoría de sus miembros con fe cristiana orientada en la corriente Católica Romana – representaba una posibilidad de continuidad de sus prácticas cristianas  aun fuera de la estructura Romana.

En 1916 fallece Papus y durante un breve periodo tanto la Orden Martinista como las secciones francesas del Rito de Memphis y Mizraim y de la O.T.O., son capitaneadas por Charles Henri Détré. Sin embargo, éste fallece en  1918 siendo sucedido por Jean Bricaud.

En 1919, Bricaud reconsagra a Theodor Reuss como Obispo, para delegar a éste también la continuidad apostólica y lo anota como ostentor de todo el Legado Gnóstico de la E.G.U. para Suiza.
En 1917, después de la muerte de Fabre des Essarts, el patriarcado de la Iglesia Gnóstica de Doniel había pasado a Leon Champrenaud, el cual fue sucedido por Patrice Genty. Genty, a su vez, en 1921 a favor de la Iglesia de Bricaud, pasa a denomiar el ramo Gnóstico de Doniel como “La Iglesia Gnóstica
de Francia”. Entre los obispos consagrados por Bricaud estaba Victor Blanchard (Tau Targelius), que se convirtió en opositor del propio Bricaud dentro de la Orden Martinista, generando un cisma dentro de ésta e iniciando su propia rama Martinista. Entre los obispos consagrados por el propio Blanchard estaba Robert Ambelain (Tau Robert), quien fundó su propia rama de la Iglesia Gnóstica: “La Iglesia Gnóstica Apostólica” en 1953 – en el mismo año de la muerte de Blanchard

Después de la muerte de Bricaud, en 1934, el patriarcado de la E.G.U. pasa a Constant Chevillon, el Gran Maestro de la Orden Martinista, quien mantuvo su actividad hasta 1942, cuando se disolvió oficialmente por la Segunda Guerra Mundial.

Entre los obispos consagrados por Chevillon estaba Arnold Krumm Heller – fundador de la Fraternitas Rosicruciana Antiqua (F.R.A.), la cuál pasa a englobar también el legado gnóstico.
En 1945, después de la muerte de Chevillon, la E.G.U. reinicia sus actividades y en 1960 Charles-Henry Dupont (Tau Charles-Henry) siendo entonces patriarca renuncia a favor de Ambelain quien había conseguido una gran notoriedad con sus escritos. Ambelain, entonces, disolvió la E.G.U. en
favor de su “Iglesia Gnóstica Apostólica” La “Iglesia Gnóstica Apostólica” en 1970, a través de las líneas sucesorias cruzadas con Tau Pierre y Pedro Freire, pasa a caminar asociada con la “Iglesia
Gnóstica Católica Apostólica”. Sin embargo, ambas en 1978, también pasan a convertirse en organizaciones internacionales después de la declinación al patriarcado por parte de Fermín Vale Amesti (Tau Valentinus III). Aunque la rama americana de la “Iglesia Gnóstica Católica Apostólica”
había mantenido sus actividades hasta 1989, después de la muerte del Primado Rogert Saint-Victor Herrad (Tau Charles) sus actividades pasan también a restringirse en focos aislados de actividad por parte de los obispos restantes.